Viktor Frankl. El Hombre en Busca Sentido.

Análisis del libro El Hombre en Busca de Sentido de Viktor Frankl

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El hombre en busca de sentido sin duda es una de las obras más reconocidas a nivel mundial por el contexto histórico que esta narrativa refleja a través de la observación, y recopilación de testimonios que dan cuenta una serie hechos que nos lleva a pensar sobre lo que es capaz el ser humano cuando se deja llevar por un odio enceguecido en desmedro de la dignidad humana. En ese sentido, el testigo y autor de este libro Viktor Frankl, un psiquiatra que vivió en carne propia todos los males posibles en los campos de concentración de Nazi nos relata desde su  experiencia, y profesionalismo la vida dentro de un centro de tortura que denigraba a través del maltrato físico y psicológico el honor de las personas.

Todo lo que vivió Viktor Frankl en ese periodo oscuro de la humanidad es que muy pocas personas pueden llegar a vivirlo, y relatarlo de una forma tan detallada como él lo ha hecho, por lo que esta obra deja muchas enseñanzas sobre cómo afrontar determinadas circunstancia en la vida si tomamos como ejemplo su mentalidad de superación para reponerse ante el hostigamiento y maltratos continuos.

Viktor Frankl en campos de concentración

Ahora bien, bajo el contexto de la segunda guerra mundial este centro de tortura y de trabajos forzados donde estaba envuelto el autor tiene por nombre campos de concentración de Auschwitz. Un lugar que si tuviéramos que compararlo con respecto a otros sucesos importantes que ocurrieron bajo el contexto de la guerra, tendría la distinción como el centro más sofocante para realizar distintos niveles de maltratos psicológicos y trabajos forzados en lo que se vieron envueltos la mayoría reclusos que luchaban para sobrevivir el día a día.

Campos de concentración nazi

El dolor, sufrimiento y la pena están muy presentes en cada relato en que el autor nos invita a pensar, y a reflexionar sobre lo duro que puede llegar a ser la vida en determinadas condiciones. Por ejemplo, el maltrato y hostigamiento que sufrían los prisioneros por parte de los guardias, y también entre sus mismo pares que eran los llamados “capos” generaba en el prisionero común la desesperanza de seguir viviendo.

Cabe resaltar que los “capos” fueron designados por la SS como jefes de cuadrillas por lo que eran más violentos y generaba todo tipo de acto humillante. También gozaban de algunos privilegios como mejor alimentación y mejores condiciones laborales, lo cual aumentaba sus posibilidades de supervivencia.

El hombre en busca de sentido

 

Análisis de la Primera

El análisis de lo vivido en los campos de concentración por parte del  autor se divide en dos.

Uno: En el hombre en busca de sentido la capacidad de resiliencia que este tuvo para sobreponerse a distintas circunstancias o sucesos que marcaron su forma de pensar, y de vivir la vida, posterior a la liberación.

Dos En el hombre en busca de sentido la capacidad de tener una mirada externa con base a la observación que  hacía sus demás compañeros. Explicando la rutina, y los trabajos forzados que debían realizar, además de presenciar los maltratos a los que se veían expuestos (algunos de estos no muy agradables de imaginar).

campos de concentración nazi

 

 

Sobre el ambiente en Auschwitz este se puede considerar como un lugar que favoreció al desarrollo de pensamientos negativos que muchas veces sacaban de las casillas a los prisioneros debido a que no tenían una mínima señal de esperanza que los guiará hacia una actitud más optimista de pensar, e imaginarse salir con vida del calvario en el que se encontraban. En ese contexto, los reclusos al tener tan marcado en su psiquis el pesimismo constante la apatía por el otro compañero estuvo muy marcada durante el periodo de encierro en el que sufrían constantes abusos, y humillaciones que estaba fuera de lo normal.

Frankl consideraba este rasgo de la apatía como una segunda fase después de que el prisionero pasará la primera etapa que es de añoranza, o nostalgia hacia  la familia.

Para la segunda fase que corresponde a la apatía se observa un cambio de actitud en la mayoría de  prisioneros que les daba repugnancia todo fealdad que la rodeaba (situándonos en el contexto que estaban sometidos) generando una especie de muerte emocional en el que prácticamente no sentía nada, e incluso eran indiferentes ante los maltratos que sufrían algunos de sus compañeros u otro grupo de prisioneros.

Viktor Frankl

 

 

En algunos pasajes del relato el autor nos cuenta su interacción con algunos compañeros de habitación, ya que como buen psiquiatra se interesaba por el comportamiento de los demás averiguando un poco de la vida de ellos para saber a grandes rasgos los distintos grupos que se formaban a la hora de compartir o entablar determinados temas. A medida que hablaban sobre su vida y del contexto en el que estaban viviendo, Frankl  los animaba a mantener una mente positiva para liberar tensiones y mantener la ilusión de que la guerra pronto iba a terminar.

En ese contexto, Frankl nos da como consejo que uno puede tomar la opción de cómo sentirse ante determinadas situaciones, porque somos libres de pensar, y de sentir. Y claro, desde esa posición en la que se encontraba sus palabras cobran un sentido único para reponerse y generar la fortaleza mental que se necesita para sobrevivir.

También algo de suerte ya que en algunas ocasiones estuvo a punto de morir.

Campos de concentración

 

Una vez que fueron liberados de Auschwitz la mayoría sentía que era una especie de broma tener la libertad debido a todas las penurias y maltratos que tuvieron que soportar para seguir con vida. Esto mismo trajo como consecuencia que  más de alguno tuvo que hacer un trabajo personal para volver a conectar con las emociones que habían perdido durante el cautiverio.

Esta liberación catalogada por el autor como tercera fase, se considera  una gran problemática para aquellos que no sabían qué hacer con sus vidas una vez terminada la guerra ya que algunos perdieron  a sus familias, y otros la capacidad de expresarse por reprimir sus sentimientos, o alguna emoción a causa del mismo encierro. Y en ese sentido, la  experiencia que atravesaron sin duda propició la apatía hacia uno mismo y con la otra persona ya que en palabras del propio del autor nos dice que  al mirar  los rostros de sus compañeros era “como si estuvieran muertos en vida”.

reclusos en los campos de concentración nazi

 

 

En el caso de Frankl podemos entender que este volvió a rehacer su vida de forma normal, además de seguir desempeñándose en su profesión de psiquiatría bajo una conciencia más plena por todo lo vivido. En ese sentido, transcurrido algunos años desde la  liberación el autor va contando ciertas historias de pacientes a los cuales atendió, y detectó además que tenían ciertos problemas existenciales debido a que carecían de una falta de sentido de la vida por no tener un rumbo fijo que los impulse a seguir persistiendo en el descubrimiento de su propósito personal. Ahora bien, para tratar esta problemática es que aparece el concepto de la logoterapia que es un método psicoterapéutico creado por el propio Frankl, que se centra precisamente en el sentido de la existencia y en la búsqueda de ese mismo sentido por parte del hombre, que asume la responsabilidad ante sí mismo, ante los demás, y ante la vida. En pocas palabras “hacernos responsable de nuestro destino”.

Análisis de la Segunda Parte

En la segunda parte del hombre en busca de sentido el autor nos introduce a este concepto de la logoterapia, y sus diferentes términos asociativos. La diferencia de este concepto ante otras de carácter más existencialistas, por decirlo de esa manera (aquí tomó algunas palabras del propio autor)  es que la logoterapia nos dice que debemos asumir de forma racional nuestra capacidad para aprender toda la insensatez incondicional de la vida, en vez de soportarla como predican algunos filósofos de corrientes más existenciales.

En síntesis la logoterapia busca que la persona encuentre un sentido siempre; pues para Viktor Frankl “la vida tiene sentido aún en las peores circunstancias.”

Esto podríamos interpretarlo de que todo lo que nos pasa en la vida ya sea bueno, o malo debemos sacar una lección de ello. En este caso se aplica para aquello que es imposible de comprender,  o de entender el por qué nos ocurrió  tal situación.

Dibujo de persona pensando

 

Toda la experiencia que el propio Frankl vivió en los campos de concentración lo ayudó a mejorar en distintas facetas para su desarrollo profesional. Sus tratamientos fueron más eficientes en pacientes que se rehusaban volver a conectar con su realidad, y aceptar la situación en la que se encontraban por que al admitir ciertas condiciones personales se puede iniciar el proceso para realizar las acciones pertinentes que les permita mejorar en cualquier ámbito de sus vidas.

Sobre el aceptar aquellas situaciones que nos pasa en la vida ya sea bueno, o malo te recomiendo la reseña del libro «Las 10 mejores frases de El Poder Del Ahora» , ya que en esta obra el autor nos explica como gestionar determinadas vivencias que consideramos tanto positivas como negativas bajo el lema de estar siempre en el presente.

Viktor Frankl

 

Reflexión final

Como reflexión final podemos quedarnos con las siguientes palabras del propio Frankl, al final de su obra que es; “Después de todo, el hombre es el ser que ha inventado las cámaras de gas de Auschwitz, pero asimismo es el ser que ha entrado en ellas con paso firme y la cabeza erguida, musitando una oración”. De esto podemos interpretar que de nosotros depende: rendirnos, lamentarnos o tratar de acomodarnos e incluso aprovecharnos del desastre que vivimos; o trabajar con decisión y pasión por salir de él, estando incluso dispuestos a pagar las consecuencias de nuestra opción por la libertad y la dignidad para todos.

Mantenerse firme ante las dificultades es una de las aptitudes más importantes para todo ser humano.

Persona pensando

Recomendación

 

El libro en general es muy recomendable para aquellas personas que a lo mejor necesitan reencantarse con la vida misma en el sentido que debemos entender que cada circunstancia que pasa en nuestra vida, nosotros podemos decidir cómo afrontarla ya que eso es lo único que tenemos control, que son nuestros pensamientos, y la actitud con la que salimos a enfrentarnos a este mundo tan cambiante.

No es un trabajo fácil este cambio de mentalidad porque debemos dejar ciertas creencias que de alguna manera puede limitarnos en nuestra forma de pensar, y actuar ante determinadas situaciones.

Solo piensa en aquellas personas que entraron en las cámaras de gas y mantuvieron una fe, y esperanza hasta el último momento.

El hombre en busca de sentido

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